martes, 27 de abril de 2010

Hasta la muerte me ha olvidado

Quien pudiera olvidar. Imposible. El tiempo desangra tus heridas, pero estas vuelven a llenarse de sangre,y de de esta se vuelva a envenenar tu alma, sucumbiendo al pozo de la deseperación.. Pozo de resbaladizas paredes, infestado de fieras, que hieren y no matan . Deseas morir, deseas que te maten, pero ellas no te matan. Son víboras, comadrejas, zorros y cuervos los que te envenenan,desgarran tu piel, te muerden los dedos y te sacan los ojos. Pero sigues vivo, vivo para seguir sufriendo, porque hasta la muerte te ha abandonado.
Será una noche amarga, asfixiante, sin luna, dónde sólo se puede sufrir, pero no morir, morir sería librarte del sufrimiento, y el el único fin es el sufrimiento. Estas bestias sádicas entienden, saben dónde duele, les gusta tu carne, carne aderezada con la sangre oscura del sufrimiento y la deseperación. Ansías el alba, pero el alba nunca llega, la noche eterna se ha sumido sobre tu alma. Oscuras nubes de azabache pasan afuera, lejanas y ajenas a ti. Piensas quién estará en ella, porqué estás en pozo. Quejumbrosos lamentos se oyen desde otros pozos, no puedes ayudar, no puedes pedir ayuda, el pozo te asfixia. Intentas suicidarte, no puedes, te asfixiarías con tus propias entrañas,con tal de que la muerte llegase, pero recuerdas que hasta la muerte te ha abandonado. Deseas morir, pero todos tus deseos te han sido negados. Estás en el pozo para sufrir. Odias, te odias por haber caído en él, pero la duda te asediaba, día y noche: habías vivido para llegar hasta el pozo y poder contemplarlo, ahora vives para salir de él. Tu vida se ha basado en el pozo. Y en el pozo continua la tortura.
El pozo aparece en tus pesadillas, Morfeo manda sus terribles onirismos al pozo. Deliras con tu ansiado olvido, pero es sólo un delirio. Tu única realidad es tu lento desgarramiento. Deliras con otro desenlaze para el pozo, pero los fríos bofetones del pozo te devuelven a la realidad del pozo. Ya has hecho del pozo tu hogar, y de las sádicas fieras tus mascotas. Ellas te siguen desgarrando y envenando, pero tu le has cogido cariño. Y las bestias te seguirán devorando y aumentando tu suplicio, pero no te matarán, puesto que hasta la única dama que siempre acompañará a una persona te ha olvidado.