martes, 26 de abril de 2011

Gafapastas

Ha llegado. Preguntas rebuscadas (muy rebuscadas) entre chistes acerca de James Joyce o el cine experimental francés. Gafas de pasta (obviamente),y jerseis a rayas, con un "progre" de la Sexta como presentador. Está aquí, se llama "Gafapastas" y es el nuevo concurso de la 2.
Vale que está en Antena desde marzo, pero seamos sinceros ¿alguien sintoniza realmente la 2 para ver su programación? Estaba haciedo zapping cuando, de repente, veo "Gafapastas" en la barra de información de la TDT. Paro veo que es un concurso. Un jodido concurso, como los de cultura general, pero a lo bestia. Dos egos puros y duros concursando por el bote.
A lo que vamos, es un programa de media hora presentado por Juanra Bonet donde los concursantes (dos, el peso de más ego hundiría el plató)se enfrentan a variso turnos de preguntas. Las preguntas son raras, ("Dónde se encuntra la barba postiza de la esfinge de Giza?") con algunos chistes entre ellas y su consiguiente premio en metálico (podrían darlo en bonos Fnac, bien pensado).
No estoy de coñas con el programa; es la mejor noticia que me da la televisión desde que descubrí el canal Ctk y probablemente de lo mejorcito que ha sacado TVE. Vale que vaya dirigido a un público muy minoritario (gente con cultura en España...) y que su rating de audiencia sea el mismo que el de Congreso TV(¡existe!) pero entretiene y culturiza. Lo único que espero es que no caiga en la autoparodia, y por supuesto ¡que no bajen el nivel!

jueves, 14 de abril de 2011

La caída de los gigantes



Tras acabar la extensa lectura que supone la nueva obra de Kent Follet, La caída de los gigantes, me dispongo a hacer, de buen gusto, la crítica de tan vasta obra.
La obra narra, a grandes rasgos, la vida de cinco familias durante los turbulentos años de la Primera Guerra Mundial y los "felices años veinte". Kent Follet usa una prosa correcta y descriptiva, sin grandes alardes literarios, ni metáforas, ni saltos en el tiempo, ni nada por el estilo. Técnicamente es correcto, logrando enganchar, y poco más.
En el libro se narran las historias de Fitz, conde de Aberowen, y su hermana; los Peshkov, ciudadanos rusos; Gus Dewar, ayudante del presidente Woodrow Wilson y los William, familia de clase obrera de Aberowen, ciudad minera galesa.
Este libro, como si de Guerra y Paz de tratase, entrelaza las historias de todos estos personajes con traiciones y sexo, básicamente. Follet usa, a mi gusto desmesuradamente, el concepto de amor prohibido para dotar de morbo a sus historias.
De esta forma, yo noto cierta desnaturalización en las relaciones de los personajes; parece fijarse en la acción y no en la potencia, extrapolándonos a términos artísiticos, y a veces esta ni aparece. (Spoiler) La relación entre Ehtel y Fitz está tomada con alfileres; rápidamente hay sexo entre ellos, rápidamente se enamora Ethel de ella y más rápidamente queda embarazada y la mandan a Londres.
Esta frenetismo que lleva la obra se mantiene en todas las acciones; Grigori, un vulgar sargento con ciertas ideas políticas pasa a ser, en menos de un año, amigo de Trotsky y conocedor de todos los movimientos del partido. (/spoiler)
Los perosnajes, aparte de ese frenetismo, que puede ser compresible para aumentar el ritmo de la lectura, están ya dibujados a lo largo de toda la obra, masticados al lector para que los ubique en buenos o malos. ¿Dónde queda la libertad para situar a uno u otro lado de la línea del bien o del mal? Follet ya nos la dibuja; Fitz será el aristócrata despótico, Maud la luchadora por sus ideales, Billy Doble un gallardo contestón rebelde y Grigori un comunista idealista, y ninguno de ellos renegarán de sus principios o a su codicia. A ninguno se le pasará por la cabeza olvidarse de su lucha porque es imposible, o cederá a vicios por placer, salvo que esa sea la función de personaje.
Por último, los personajes son el centro de la acción; los personajes hablan, encabezan luchas, son los jefes de algo. Los personajes son los listos, los intrépidos o los rebeldes justicieros, mientras un elenco de secundarios apoyan o se oponen a sus deseos, que, salvo que por motivos históricos no pueda realizarse, siempre lo cumplirán. No son, coomo en la novela realista, unos simples espectadores del proceso de formación, sino que son ellos quienes lo forman. (spoiler) Así, por ejemplo, Billy Doble tiene una importancia vital en la salida de las tropas inglesas de Rusia durante su guerra civil (/spoiler)
No obstante, históricamente está detallado(salvo por la inclusión de una fregona al principio del libro, y esto puede ser culpa del traductor), mantiene el ritmo y, lo más importante, se trata de una trilogía que pretende abarcar todo el siglo XX, un proyecto ambicioso que puede ser realmente interesante pese a lo plano de los personajes. Sería curioso ver cómo evolucionan los perosnajes que hasta poco cobraban vida en mi imaginación en nuevos bretes como el alzamiento del fascismo o la Segunda Guerra Mundial. Vaticino ya aquí que, si Grigori sigue juntándose on Trotsky, él y su familia van a tener serios problemas con la futura Unión Soviética. El tiempo dirá si acierto.
Una novela para leer y hacerte una idea del drama humano de la Primera Guerra Mundial y la lucha por los derechos en Inglaterra y Rusia, efectista y sin muchas complicaciones.

miércoles, 6 de abril de 2011

Daleh mazo purpurina ahi, surmano!

Bien, no me muevo demasiado entre lo que viene a ser mainstream; si, más bien soy un ser anormal, incompredido, de esos callados de la esquina de la clase, que cada día atesora más y más odio hasta que un día explote en un vendabal de tiros a lo Columbine... bueno, me desvío. El caso es que en una de esas bajadas a los infiernos la pista de baile de una discoteca estaba desfasándome como un puñetero friki bebido bailando con otros amigos (ligar era ya otro cantar) cuando de repente suena una canción conocida por mi:



¡Purpurina! La conocía, y empecé a reirme, creyendo que probablemente fuese una broma (¿recuerdo lo de friki desfasado?) y me di cuenta que la fiesta seguía. Con un par de huevos. Y dije, ¡qué demonios!, no creo que vuelva a bajar aquí. Así que seguí desfasándome bailando.
Pero luego pienso, ¿esa canción no era una parodia sobre la vida sexual de los adolescentes? ¿No era algo de despiporre, para reírse un rato a gusto? Quiero decir que ningún tío enserio hace una canción hablando de que se cansa al primer polvo, o que está borracho, y la llama "gambita" como algo totalmente serio? ¡Os imaginais yo llamando a mi novia "kurchatovita"? ¡Dios!
Porque, como de verdad esta canción se tome en serio, creo que estamos muy cerca del fondo intelectual que podíamos tocar. Dentro de poco nos veremos bailando el Jizz in my pants, Shut up woman, get on my horse o el ya mítico Irene, tienes pene entre otras muchas lindezas del panorama cutre musical.

No obstante, el romanticismo cani es ya un movimiento intelectual lejos aún de consumarse, en su más puro apogeo, sino, mirad este documento audivisual donde se conjugan todas las artes escénicas, desde danza a poesía:



Y es que en ese tono monótono se encuentra pura poesía, en verso libre para soltar sus sentimientos de las ataduras de la métrica, la repetición anafórica del sintagma "mazo" nos permite que ahondemos en los sentimientos del autor. Luego, la descripción de escenas cotidianas sirven al lector medio para empatizar con él en esta bella poesía.
Por último, la grácil metáfora "quiero revolotear contigo, palomita" nos sumerge en un estallido de lirismo que hará las delicias de los más exigentes. Una pieza que el tiempo pondrá, como os estoy diciendo, en la cúspide del Arte.